Así comienza Phillip Pullman "Luces del Norte", que nos introduce en un nuevo mundo, apasionante, en el que la fantasía, la ciencia y la fe se mezclan de una forma sorprendente en múltiples universos paralelos. Es una saga dirigida bajo apariencia de historia infantil, a los adultos, aunque en un nivel distinto. La historia comienza como un típico cuento de hadas, pero a medida que se desarrolla, se pueden observar diferentes niveles de alegorías. Pullman trata en la trilogía temas sobre metafísica,física cuántica y filosofía(especialmente filosofía religiosa). El mismo autor describe a su audiencia objetivo como "jóvenes adultos", ya que el contenido de La Materia Oscura puede resultar demasiado intelectual o maduro para la mayoría de niños. La obra puede interpretarse de diferentes formas en función de la edad del lector, ya que tiene una gran dosis de filosofía y múltiples alegorías.
A lo largo de la saga nos van surgiendo preguntas a las que no estamos acostumbrados en este tipo de libros, y que, sin embargo, son las que hacen de La Materia Oscura una obra realmente interesante. Se nos plantean esas grandes preguntas que la humanidad se ha hecho siempre… desde un punto de vista científico, pero sin olvidar la imaginación que este tipo de literatura requiere.
Se nos presentan dudas: desde que es lo que nos convierte realmente en humanos,hasta cual es el material del que está hecho el universo, y si permite la existencia de más universos paralelos al nuestro… Son cuestiones que generarán más preguntas que respuestas a lo largo del texto… y que habrá que completar la trilogía para tener la última respuesta, muy personal, del autor.
Las novelas echan mano frecuentemente del gnosticismo, y La Materia Oscura ha sido objeto de polémica, especialmente en algunos grupos cristianos.Sin embargo, Pullman ha recibido apoyo de los cristianos más liberales, siendo el más destacable de ellos Rowan Williams, Arzobispo de Canterbury. Rowan Williams argumenta que los ataques de Pullman se dirigen a los peligros que entraña el dogmatismo y el uso de la religión para oprimir a la gente, no al cristianismo en sí mismo.